
Un conejo, muerto de hambre, llegó a una plantación de lechuga rodeada por una cerca.
- ¡Qué manjar! ¡Se me hace la boca agua!- exclamó el conejo hambriento.
El problema era que ahora estaba tan flaco que podría pasar a través de la cerca, pero después de comer habría engordado y no podría escapar.
Qué conejo más previsor, pensaréis... Y es que, efectivamente, hablamos de un conejo muy muy avispado.
El otro problema es que las plantas de lechuga eran demasiado grandes como para pasarlas a través de la cerca.
¿Cómo hizo el conejo para comer la lechuga y escapar?
8 comentarios:
Si la verja fuera baja,entraría en el recinto y lanzaría las lechugas fuera para comerlas despues tranquilamente.
Si yo fuera conejo...Comería tranquilamente, y me quedaría en el lado de las lechugas.
Desmontaría cada lechuga en hojas para poder sacarlas por la valla, y fuera las comería tranquilo.
Como la cabeza no engorda, entraría, acercaría las lechugas a la verja y las comería metiendo solo la cabeza
Yo primero buscaría otra huerta con tomates y cebolletas para condimentar un poco esa ensalada. Y luego, ya pensaría...
Bueno yo me meteria en la huerta y me comeria las lechugas y luego me echaria una siesta guapa guapa, y luego pues ya afrontaria el problema de como salir pero cada cosa a su tiempo, no hay que solucionar todos los problemas de una vez. Aunque en realidad yo si fuese conejo igual pasaba de la lechuga y me buscaba alguna sidreria con txuleton y tortilla de bacalao.
Queridos todos.
Descubro encantada que ninguno moriría de hambre... Y si sois capaces de esa astucia por unas lechugas... ¡de qué no seríais capaces si el campo con la verja estuviese lleno de conejas!
Les acercaríais a la verja y a por ese txuletón a la sidrería, a ver si con la sidra...
Por cierto...¡ole por el dibujo también!
Da gusto contar con un ilustrador personal en el blog. Un lujazo.
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