viernes, diciembre 2

Dias sin sol

-No ha salido el sol.
El mensaje me llego a traves de la agradable niebla del sueño.
-Que?
- Q no ha salido el sol.- repitio ella
- Pues mejor, asi dormimos un poco mas.
No lograba entender a q venia aquella preocupacion por el sol, me di la vuelta, puse mi mano en su cintura, la bese y me dispuse a dormir un poco mas.
- Pero son las 12:00 del medio dia y hoy no ha amanecido,no te parece raro ?
Aquello me inquieto un poco mas. Abri un ojo, mire el reloj y por la ventana ; estaba en lo cierto, aquel dia no habia salido el sol.
- Echamos un polvo ?
- Vale.-dijo ella con una sonrisa picarona.

Llevabamos ya cuatro dias sin q el sol saliera y aquello no estaba nada mal. Estaba seguro de q para mucha gente era una putada, pero habia dado una nueva dimension a nuestra relacion.

La constante oscuridad generaba una hermosa sensacion de intimidad, nos mirabamos picarones, nos abrazabamos cada vez q nos encontrabamos por el pasillo, cada vez con mas pasion. Era como si el tiempo hubiera decidido detenerse para nosotros, y habia elegido un buen momento para hacerlo.

Al sexto dia los obispos insistian en q eran nuestros pecados y nuestra mala vida la q habia sumido a la humanidad en una era de oscuridad.
Menudo dios mas cabron ,pensaba mientras cagaba a la luz de las velas ( habiamos optado por velas para fovorecer el clima de oscuridad ), si con lo extraña q es la vida uno no puede maldecir un poco y pecar otro poco quedaba claro q dios no tenia sentido del humor.
De repente el sol aparecio en lo alto del cielo, con una fuerza salvaje, como si volciera de unas vacaciones merecidas y tubiera ganas de recuperar el tiempo perdido.

Con lo bien q estabamos sin sol. Despues de todo parecia q dios si tenia sentido del humor.


Antonimo, digo anonimo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Una bonita historia. Genial. Muy creativa. Gracias.

Anónimo dijo...

"...y quedó demostrado que Dios sí tenía sentido del humor porque durante los seis siguientes días sólo vimos el sol.

Los obispos proclamaban la bondad y piedad de Dios Nuestro Señor, que había dado a la Humanidad una nueva oportunidad de salvarnos, de redimir nuestros pecados. Habíase hecho la Luz.

Para nosotros se acabaron aquellos entrañables momentos... cagando a la luz de las velas. Oh. Fue el fin de aquellos arrumacos furtivos en el pasillo. Oh. No hubo más apasionados polvos mañaneros, ni horas y horas de cama, cargadas de intimidad. Oh,no.

A ella sólo se le ocurrió aprovechar aquellos seis días interminables de luz para limpiar. Para limpiar todos y cada uno de los recovecos de la casa.

Menos mal que al séptimo, descansé, en cuanto se hizo de noche.